Mis viejos se casaron el 21 de Enero de 1951 en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar de San Isidro, en cerenonia oficiada por el Padre Constancio Bollar.
Han pasado 60 años de ese día, lleno de recuerdos para ellos, por todo lo acontecido a lo largo de todos estos años. Sus luchas, sus miedos, sus desencuentros, y también la felicidad por la llegada de cada hijo, por cada logro alcanzado, por cada dificultad superada, y por la celebración de cada año de matrimonio.
El domingo 23, mi tío Carlos Pighi, SDB, celebró la misa por estos 60 años. Era notoria la felicidad de mi tío por poder oficiar la misa de renovación de votos de los viejos.
Era notoria la felicidad de los viejos por estar, a Dios gracias, aún juntos para poder celebrar su aniversario.
Era notoria mi felicidad y la de mi hermano Carlos estar al lado de los viejos, y representar la felicidad de nuestros hermanos Duilio y Marcela, quienes nos acompañaban desde USA con sus oraciones. Y, como era de esperarse, fue notoria mi felicidad de poder dedicarle a los viejos esta décima:
HOY YO TENGO UN MOTIVO
PARA ESTAR EN ESTA MISA
ESBOZANDO UNA SONRISA.
PARA HABLAR DE UN AMOR VIVO,
DE UN AMOR QUE YO CONCIBO
AMOR DE PROFESIONALES.
Y ES QUE EL AMOR DE MIS PADRES,
UN AMOR DE ESFUERZO DIARIO
SE HA VUELTO EXTRAORDINARIO
POR SUS DOTES PERSONALES.
MI PAPA ES EMOTIVO
AUNQUE TRATA DE SER DURO
Y HOY LLORARA DE SEGURO
AL ESCUCHAR LO QUE DIGO
O AL LEER ESTO QUE ESCRIBO.
HOY LE EXPRESO AL HOMBRE RECIO
DE SUS HIJOS EL APRECIO
Y LE DIGO ABIERTAMENTE
ANTE TODA ESTE GENTE:
NUESTRO AMOR NO TIENE PRECIO
SU COMPLEMENTO ES MAMA:
EN LA CASA, ALEGRÍA
BUEN CONSEJO, COMPAÑIA.
ELLA TAMBIEN LLORARA
Y EN UN RATO ME DIRA:
NO SOMOS PROFESIONALES
SOMOS PERSONAS NORMALES
QUE CUMPLEN SU JURAMENTO
DE LUCHAR CADA MOMENTO
SUS VOTOS MATRIMONIALES.
QUE EL SEÑOR NOS LOS BENDIGA
POR ESTOS SESENTA AÑOS
PEDIMOS LOS CUATRO HERMANOS.
QUE LA VIRGEN LOS BENDIGA.
Y QUE SU EJEMPLO NOS DIGA
QUE HAY QUE LUCHAR CADA DIA
ENTRE PENAS Y ALEGRIA.
Y AHORA PA TERMINAR
PERMITANME EXPRESAR
VIEJITOS, MUY FELIZ DIA!!!
Una vez terminada la comunión, pude leer esta décima ante los asistentes. Luego, al salón parroquial para que los viejos recibieran el saludo y felicitaciones de todos los familiares que asistieron.